El desarrollo de la inteligencia

El desarrollo de la inteligencia

Cuando se evalúan las causas del fracaso escolar, con frecuencia se llega a la conclusión de que el niño carece de la base necesaria para aprender. Esta falta de base puede concretarse de muchas formas: pobreza de vocabulario, falta de conocimientos previos sobre un tema, etc. Entre estos factores hay uno especialmente importante: el nivel de desarrollo intelectual y cognitivo.

No se trata sólo de aplicar al niño pruebas que evalúan si unos sujetos son más inteligentes que otros (los clásicos test de inteligencia), sino de saber si su nivel se adapta a ciertas pautas más o menos regulares puestas de manifiesto por los psicólogos del desarrollo. El modelo más influyente ha sido el de Piaget, padre de la psicología evolutiva, que describe la secuencia global que sigue la inteligencia desde los primeros meses de vida.

Según este modelo, hasta los 18 meses de vida la inteligencia psicomotriz se desarrolla en varias fases:

  • el bebé ejercita sus primeros reflejos adaptativos (0-1 mes)
  • aprende que una acción produce o precede a un resultado y la repite (1-4 meses)
  • se interesa por el resultado de la acción, más que por la acción en sí (4-8 meses)
  • varía las acciones para "ver qué pasa" (12-18 meses)
  • aprende los primeros gestos simbólicos: hace como que que abre una puerta antes de abrirla de verdad (18 meses en adelante)

De los 15-18 meses a los 6-7 años se perfeccionan el pensamiento simbólico y la intuición. A medida que crece (7-12 años), el niño aprende a utilizar conceptos de número, espacio, tiempo, movimiento, velocidad y azar. Las pruebas que evalúan esta etapa incluyen ejercicios como:

  • clasificar objetos según tamaño, forma y color. Por ejemplo, cuadrados y círculos azules y rojos. El 70 por cien de los niños lo hace bien a los 9 años.
  • comprender las relaciones entre un conjunto de objetos y uno de sus subconjuntos. Si tiene 20 rosas artificiales y 3 claveles artificiales y tiene que hacer un gran ramo, ¿cogería las flores o las rosas? El 90 por cien lo hace a los 10 años.
  • apreciar las relaciones de transitividad. Entre tres colecciones de cuadrados rojos (42 piezas), azules (40) y verdes (45), preguntarle cuál será mayor o menor que las otras dos. El 90 por cien lo hace a los 8 años y 8 meses.
  • poner los objetos de dos colecciones en correspondencia: el niño debe igualar dos pilas que contienen 8 y 14 cubos. El 75 por ciento lo realiza a los 7 años y dos meses.
  • predecir la horizontalidad de un líquido. Inclinar una botella medio llena, mostrársela al niño por arriba y pedirle que dibuje dónde estaría el líquido. A los 10-11 años sólo la mitad de los sujetos lo hace.
  • etc.

Desde los 11-12 años en adelante, el niño aprende a distinguir lo real de lo posible. Los principios que permiten resolver algunas de las pruebas que propone Piaget se enseñan en la escuela de modo formal en el área de física. Son tareas como:

  • ante una cadena de cuatro poleas, predecir en qué dirección girará la última a partir de la dirección que tome la primera.
  • explicar por qué una bola de plastilina flota en el agua y por qué una metálica del mismo volumen se sumerge.
  • descubrir cuál de entre cuatro factores (peso, longitud del hilo, altura e impulso inicial) modifica las oscilaciones de un péndulo.
  • etc.

En general, no importa tanto la edad a la que se logra una determinada capacidad, sino el orden que ocupa en la secuencia de desarrollo. Así será posible situar al niño con problemas en dicha secuencia y darle un entrenamiento apropiado para que avance.

 

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