¿Qué es el pie plano?
El pie plano es una condición muy común. Consiste en que la mayor parte de la planta del pie está en contacto con el suelo, cuando lo normal es apoyarse solamente en tres puntos: la punta, el talón y el borde externo. El pie plano es normal en recién nacidos y en niños que están empezando a caminar porque el arco longitudinal de la planta del pie todavía no se ha desarrollado. El arco plantar se desarrolla durante la niñez, a partir de los 2 ó 3 años, y en la edad adulta la mayoría de personas ha desarrollado arcos plantares normales.
A veces el pie plano se acompaña de otra condición, la de pie valgo, que ocurre cuando al caminar los talones se inclinan hacia dentro: por ello se suele hablar con frecuencia de pie plano-valgo. Esto es muy característico en la edad infantil, debido a la mayor laxitud de los músculos y ligamentos durante esta etapa de la vida.
El pie plano es la causa más frecuente de consulta en ortopedia infantil. Sin embargo, muchas veces detrás de este fenómeno se oculta una preocupación meramente estética por parte de los padres. Esta actitud en ocasiones conduce a instaurar tratamientos ortopédicos innecesarios (las conocidas plantillas) que tranquilizan a los padres, pero sólo ocasionan molestias al niño. Por descontado es preciso vigilar el crecimiento de nuestros hijos, pero siempre debemos tener presentes las variaciones individuales normales propias de cada persona.
Causas del pie plano
Las causas del pie plano pueden ser muy diversas. Entre ellas figuran enfermedades neurológicas, retracciones del tendón de Aquiles, fusiones anormales de los huesos del pie, enfermedades óseas, reumatológicas o endocrinas, etc.
Las alteraciones óseas de origen congénito, debidas a traumatismos o derivadas de enfermedades que destruyen el hueso pueden originar el pie plano. También es muy común observarlo en niños con exceso de peso y como secuela de parálisis cerebral, miopatías, etc.
La mayoría de las veces, el especialista puede descartar la presencia de estas enfermedades mediante una sencilla exploración clínica. Pero la causa más frecuente de pie plano es el pie plano laxo infantil, una condición que se puede considerar normal hasta los 4 años, debido a la hiperlaxitud de los ligamentos articulares en esta época de la vida, y a la persistencia de una almohadilla de grasa en la bóveda plantar del pie que da la apariencia de un falso pie plano.
¿Qué es el pie laxo infantil?
Como hemos comentado anteriormente, el pie plano laxo infantil es muy frecuente, y se considera normal hasta los 4 años de edad debido a la hiperlaxitud (elasticidad exagerada) de los ligamentos articulares durante la primera etapa de la vida y a la presencia de una almohadilla grasa en la bóveda plantar del pie. Este no sería un pie plano en sentido estricto, sino un estado transitorio durante el desarrollo del niño hasta que va apareciendo el arco plantar.
El pie laxo infantil patológico sería aquel que persiste entre los 4 y los 10 años generalmente en niños hiperlaxos, con articulaciones que pueden ser muy elásticas y que al caminar desvían el pie hacia dentro.
¿Cuáles son los síntomas?
El pie plano es una afección compleja, con síntomas diversos y grados variables de deformidad e incapacidad. Hay varios tipos de pie plano con una característica común: la pérdida parcial o total del arco longitudinal. El síntoma que notan los padres es que el niño, cuando tiene los pies mojados, deja una huella "plana", llena, sin la forma típica con el hueco en la huella correspondiente al arco plantar.
En general, la mayoría de los niños con pie plano no tiene síntomas. El pie plano sintomático puede ser flexible o rígido. "Flexible" significa que el pie está plano mientras el niño está de pie (soportando peso), pero el arco reaparece cuando no está de pie. “Rígido” significa que el arco siempre está duro y plano, esté o no de pie el niño. En estos casos los síntomas pueden ser los siguientes:
- Dolor, sensibilidad, o calambres en el pie, la pierna y la rodilla
- Inclinación del talón hacia fuera
- Incomodidad o cambios en la forma de caminar: suelen ser niños considerados "patosos" o poco hábiles para las actividades deportivas
- Dificultades con los zapatos
- Energía reducida cuando el niño participa en actividades físicas
- Retiro voluntario de actividades físicas
Estas dos últimas vienen condicionadas porque el niño evita todo aquello en lo que no se ve bien o a gusto: al ver que su rendimiento es menor comparado con los otros niños, en ocasiones el niño rehuye esa actividad y la reemplaza por otras en las que se siente más cómodo o competente.
Diagnóstico
Para efectuar el diagnóstico, el especialista evalúa el rango de movilidad del pie y el tobillo (de pie, sentado y caminando) y si es necesario también de la rodilla y la cadera. La exploración física debe complementarse con una visión de la huella plantar en el podoscopio.
El fotopodograma proporciona la imagen de la huella plantar para poder determinar si el apoyo de la planta del pie en el suelo es el normal o si por el contrario nos hallamos ante un pie plano o cavo.
Si aún queda alguna duda, se puede estudiar el pie mediante radiografías, que deben ser de ambos pies y en apoyo para valorar distintos ángulos de carga necesarios para determinar el tipo de problema real existente.
En escasas ocasiones se puede llegar a realizar también un estudio por IRM (Resonancia Magnética), TAC (Tomografía Axial Computarizada) y análisis de sangre.
Tratamiento del pie plano
Como ya hemos comentado, hasta los 4 años de edad el pie plano es fisiológico, de forma que no requiere ningún tratamiento. Durante esta etapa se pueden adoptar medidas preventivas como:
- controlar el sobrepeso: es un factor que vemos cada vez con mayor frecuencia en la práctica clínica diaria
- fomentar en el niño la práctica de ejercicios sencillos (caminar de puntillas, de talones, coger cosas con los dedos de los pies, etc.): con ellos se consigue mejorar la musculatura de la planta del pie
- caminar sobre arena, césped u otros terrenos naturales: por la misma razón del apartado anterior
- utilizar calzado que mantenga el talón sujeto y vertical y deje libres las articulaciones del tobillo y de los dedos
A partir de los 4-5 años, el pie laxo infantil puede tratarse mediante plantillas, pero solamente si es necesario y complementadas con la práctica de ejercicios de potenciación. Como norma general, las plantillas deben:
- corregir el valgo del talón y la supinación del antepie
- ser confeccionadas para cada pie "a medida"
- ser rígidas
- colocarse dentro de un calzado con un contrafuerte rígido (y no, por ejemplo, en unas deportivas)
Excepcionalmente es necesario recurrir a la cirugía para aliviar los síntomas y mejorar la funcionalidad de los pies. Los cirujanos de pie y de tobillo emplean una variedad de técnicas para tratar los diferentes tipos de pie plano pediátrico. El método quirúrgico o la combinación de los procedimientos elegidos para su niño dependerán del tipo particular de pie plano que padezca y del grado de deformación. Para realizar la cirugía se recomienda esperar a la segunda infancia (8-14 años).
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