Trastorno por Déficit de Atención-Hiperactividad (TDAH)

Trastorno por Déficit de Atención-Hiperactividad (TDAH)

¿Qué es el TDAH?

El Trastorno por Déficit de Atención-Hiperactividad (en lo sucesivo, usaremos el acrónimo de uso habitual, TDAH) es una enfermedad que afecta al 4-5% de los niños. Se trata de un trastorno del sistema nervioso central que produce dos tipos de síntomas:

  • Relacionados con el déficit de atención: el niño empieza a manifestar problemas para concentrar su atención mucho tiempo seguido en la misma tarea. De no solucionarse, el problema puede acabar causando una situación de fracaso escolar.
  • Relacionados con la hiperactividad: el niño se mueve todo el tiempo, no se puede estar quieto. Rompe cosas con más frecuencia y se pelea con sus compañeros, ya que a éstos les resulta difícil soportar a un niño que les está "importunando" continuamente, etc.

Es muy importante destacar dos aspectos:

  • El niño NO ES MALO: como todos los niños quiere satisfacer a sus padres, tener un comportamiento de acuerdo a lo que se espera de él. Pero NO PUEDE, le resulta imposible comportarse correctamente. La característica fundamental es que tiene alterados los mecanismos de autocontrol, por lo que antes de pensar las cosas, ya las ha hecho. Esto provoca en él conductas inadecuadas, como romper cosas, sufrir accidentes, etc.
  • EL niño NO ES TONTO: su inteligencia es normal o incluso elevada. Lo que lleva a una situación de fracaso escolar es el déficit de atención, NO LA FALTA DE INTELIGENCIA.

¿Afecta a muchos niños?

Utilizando criterios de diagnóstico modernos, se considera que en torno al 4-5% de la población infantil puede presentar el Trastorno por Déficit de Atención-Hiperactividad (TDAH). En función de estos porcentajes, si tomamos clases de 25-30 alumnos por aula, podríamos tener 1 ó 2 alumnos en cada clase potencialmente afectos de dicho trastorno.

Familias, organismos educativos, colegios y médicos debemos implicarnos en la detección precoz y tratamiento de este síndrome para evitar casos de fracaso escolar, conductas de riesgo, etc. En este sentido, entiendo que se debería realizar una campaña o plan nacional de detección y tratamiento de dichos casos, ya que, sin diagnosticar, puede tener consecuencias muy negativas para el niño y su familia: fracaso escolar, conductas de riesgo en la adolescencia, etc.

¿A qué edad se diagnostica?

Clásicamente se ha hablado de una edad de diagnóstico en torno a los 6 años. Sin embargo, el subtipo de TDAH que se caracteriza fundamentalmente por déficit de atención se suele diagnosticar algo más tarde. A los 6 años el grado de exigencia en la escuela es menor, por lo que el fracaso escolar, que muchas veces es un punto clave para que la familia y los profesores sospechen este trastorno, aparece más bien a los 7-8 años o más adelante.

En cambio, la forma de TDAH caracterizada por hiperactividad física, así como las formas mixtas, pueden ser diagnosticadas más precozmente ya que el comportamiento "insoportable" del niño llama mucho más la atención a padres, educadores y médicos.

En los últimos tiempos, en la literatura médica se han publicado diversos estudios sobre el diagnóstico (y tratamiento) de lo que se entiende por "TDAH del preescolar" (edad de 3 a 6 años). Los diferentes estudios hablan de que las batería de tests disponibles tendrían una eficacia de alrededor del 75% en la detección de dichos niños. Este porcentaje, desde mi punto de vista, es inaceptable: si de los niños en que los tests nos den un resultado "positivo" para TDAH, en un 25% (es decir, en 1 de cada 4) nos equivocamos, es un porcentaje lo suficientemente elevado de error como para que NO fundamentemos un tratamiento multidisciplinario complejo en un niño que puede que NO tenga un TDAH, sino que simplemente se trate de un niño "nerviosillo", y que quizá, hacia la edad de los 6-7 años su comportamiento se haya normalizado completamente.

¿Cuáles son los síntomas?

Como se ha comentado previamente, los síntomas pueden encuadrarse en dos grupos:

  • Relacionados con el déficit de atención (forma "inatenta" del TDAH): la característica principal de estos niños es que les resulta imposible mantener su atención centrada sobre una cosa durante mucho tiempo. Por ello, les es dificilísimo hacer los deberes de manera autónoma. Los padres explican que "tarda tres horas en hacer los deberes" o que "si no estamos encima de él todo el tiempo no hace los deberes". El déficit de atención se relaciona también con una disminución de la memoria: es bien sabido que nos acordamos mejor de aquellas cosas que nos interesan; por ello, el niño no logra focalizar su atención de forma mantenida y, al día siguiente, al realizar un examen o control en la escuela, no le sale bien. Esto desespera a las familias, ya que la madre o el padre habían dedicado mucho tiempo y esfuerzo para ayudar a su hijo a hacer los deberes, y una vez que habían conseguido que los hiciera, ven como, pocas horas después, el niño parece haber olvidado todo aquello en lo que habían trabajado intensamente la tarde anterior.
  • Relacionados con la hiperactividad física (TDAH en su forma "hiperactiva"): el niño se mueve todo el tiempo, lo toca todo, rompe objetos en casa, por la calle se escapa, se cae mucho... Tiene problemas con los compañeros, ya que es un miembro habitual en los focos de peleas y discusiones. La impulsividad le lleva a hacer las cosas sin pensarlas mucho. Existe un fallo en los mecanismos de autocontrol. Es habitual que los familiares más cercanos no quieran quedarse a su cargo ya que se porta mal, rompe cosas, se escapa si está por la calle, se pelea si está en el parque con más niños...

Dentro de este trastorno hay "formas mixtas" de TDAH (las más frecuentes) que asocian los síntomas propios del déficit de atención con los síntomas propios de la hiperactividad física, impulsividad, etc.

Existe también lo que se conoce como COMORBILIDAD o TRASTORNOS ASOCIADOS AL TDAH: son entidades que a menudo se añaden a los síntomas referidos. Son, entre otros, los siguientes:

  • Trastorno negativista-desafiante: son niños que siempre llevan la contraria, que dicen que no a todo. Esto es difícil de aceptar por parte de los padres, que no saben cómo reaccionar ante este problema. Por ello se suele entrar en una espiral de castigos, gritos, etc.
  • Tics: es habitual que estos niños tengan tics, que son movimientos repetitivos, ya sean guiños, movimientos de la boca, temblor inconsciente de las piernas, etc.

¿Cómo se llega al diagnóstico?

El TDAH debe ser sospechado por los médicos que cuidan al niño, por los educadores del centro escolar, y en ocasiones, por los padres que, alarmados por la conducta de su hijo e intuyendo el problema, recurren a INTERNET u otras fuentes para buscar información.

El diagnóstico es fundamentalmente clínico: se basa en los síntomas que presenta el paciente y no existen prueba de sangre, radiografías, etc de las que podamos servirnos. Se deben descartar déficits sensoriales como causa del fracaso escolar: como es lógico, un niño que no ve u oye bien no podrá mantener su atención centrada en las materias que se imparten en clase, por lo que cosechará un bajo rendimiento académico.

También deben hacerse tests psicológicos para asegurarnos de que su inteligencia es normal. Si la inteligencia es muy elevada, el problema sería otro: hablaríamos en ese caso de superdotación intelectual o NIÑO SUPERDOTADO, un tema que es objeto de comentario en otro apartado de esta web. Estos niños, con cocientes intelectuales de 135 o superiores, presentan problemas de falta de atención en clase por aburrimiento o desinterés. Las clases les resultan demasiado fáciles, ya que conocen los temas que se tratan y se desmotivan. A veces se añade un cierto rechazo de los compañeros, que les ven como "bichos raros".

Como herramienta de sospecha diagnóstica es útil el test SNAP-IV. Se trata de un cuestionario realizado a padres, por un lado, y a profesores, por otro, con una serie de preguntas sencillas que se puntúan de 0 a 3. Sus resultados permiten sospechar (o, si la puntuación es muy baja, descartar) la presencia de un TDAH. En los casos de fuerte sospecha, los psicólogos llevan a cabo toda una batería de tests más detallados, que permiten evaluar y obtener numéricamente puntuaciones sobre el déficit de atención y la hiperactividad física que pueda presentar el niño.

¿Existe un componente hereditario?

Hoy en día se considera que en muchos casos SÍ EXISTE UN COMPONENTE HEREDITARIO en la transmisión de este trastorno de padres a hijos.

El TDAH dura toda la vida, aunque el adulto en muchos casos se "adapta" a la enfermedad y consigue llevar una vida normal. Pero tanto en adolescentes como en adultos el TDAH puede relacionarse con conductas de riesgo (drogas, cambios frecuentes de trabajo, delincuencia, etc). Esto se debe a que el afectado en muchas ocasiones lleva a cabo la conducta antes de haber pensado en los riesgos o consecuencias que ésta pueda tener.

Hay que destacar que el TDAH no es causa de TODOS los casos de conductas de riesgo. Pero sí que hoy en día existe un consenso entre los especialistas en referencia a la clara relación existente entre TDAH con el fracaso escolar y determinadas conductas de riesgo en la adolescencia. Por ello, uno de los aspectos fundamentales del diagnóstico y el tratamiento es la prevención de estos problemas en la adolescencia y edad adulta.

¿Existe tratamiento?

Hay que afirmar categóricamente que SÍ existe tratamiento para el TDAH y que es efectivo en un alto porcentaje de casos. Se basa en cuatro aspectos. Yo siempre explico a los padres que son como las cuatro patas de una mesa y que si nos falla una de ellas la mesa se nos cae. Es un ejemplo simple, si se quiere, pero ilustrativo. Los cuatro aspectos del tratamiento son:

  • Psicoterapia: un psicólogo infantil especializado en el tratamiento del TDAH enseña a los niños una serie de ejercicios de relajación, pautas para mejorar la atención, etc. En nuestro Centro, la Psicóloga Infantil especializada en dicho campo es Catalina Carbonell, que tiene una amplia formación y experiencia en dicho campo. También se puede obtener información en infinidad de libros publicados.
  • Apoyo escolar: en el colegio es fundamental que el profesor conozca la problemática del niño con TDAH e implemente estrategias educativas que capten mejor su atención. Para ello también está disponible información en textos sobre técnicas educativas.
  • Familia: la familia debe recibir apoyo e instrucción por parte de médicos y psicólogos mediante conversaciones y libros sobre la forma de tratar a estos niños, cómo educarles, cómo organizar los tiempos y el lugar de estudio, etc.
  • Tratamiento farmacológico: en caso necesario existen fármacos eficaces y con muy pocos efectos secundarios. El primer medicamento en salir al mercado fue el metilfenidato, que se mostró útil y seguro en el manejo de este trastorno. Su inconveniente es que debe administrarse en tres tomas diarias, lo que dificulta mucho lo que los médicos conocemos como cumplimiento terapéutico: un tratamiento es mucho más difícil de cumplir cuanto mayor número de dosis de medicamento haya que administrar. Un tratamiento de tres dosis al día administrado durante periodos de tiempo largos, como en este caso, es difícil de cumplir. Por ello salieron al mercado productos de liberación retardada como el CONCERTA (metilfenidato hidrocloruro), que es de una única dosis diaria y facilita en gran medida el cumplimiento terapéutico.

¿Cuál es el futuro de estos niños?

Hoy en día un niño con TDAH diagnosticado a una edad adecuada y bien tratado tiene un futuro completamente normal. En cambio, si el diagnóstico es muy tardío quizá exista una situación de fracaso escolar que pueda ser difícil de recuperar. En adolescentes, si el TDAH no está bien controlado por dificultades familiares, rechazo de la medicación u otros factores aumentará notablemente la probabilidad de que aparezan conductas de riesgo como hábitos tóxicos (alcohol, tabaco, drogas), conductas sexuales sin protección, delincuencia, etc.

A mi juicio, esto ilustra la importancia de efectuar un diagnóstico correcto, a una edad apropiada, y aplicar un tratamiento completo que permita al individuo llegar a ser un miembro productivo de la sociedad, bien integrado y con una vida normal.

Para más información...

Hoy en día son muchos los padres y adultos en general que buscan información sobre el Trastorno por Déficit de Atención-Hiperactividad, más conocido como TDAH. Existen multitud de textos que les pueden ser útiles, pero en concreto yo voy a recomendar algunas páginas web.

La primera es www.trastornohiperactividad.com. Es una página perteneciente a uno de los laboratorios que fabrican medicamentos para este problema. Desde mi punto de vista, contiene bastante información útil para las familias.

Otra página interesante es la de la Fundació Adana, www.f-adana.org. Esta fundación, creada en Barcelona en 1977 sin ánimo de lucro, ofrece en su web informaciones muy interesantes y también organiza numerosas actividades en las que padres e hijos pueden compartir e intercambiar experiencias.

También debería consultarse la página www.sandrarief.com. Tiene el inconveniente de estar en inglés, pero da mucha información sobre el trastorno desde el punto de vista educativo.

El sitio www.psicopedagogia.com/hiperactividad es otra web muy completa, con numerosos artículos relativos a los niños que sufren este trastono.

También es recomendable el sitio web de Still, la asociación balear de padres de niños afectados por TDAH. En la dirección http://www.still-tdah.com se ofrece información sobre la enfermedad y las actividades organizadas por la entidad.

 

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